Maternidad real que no te cuentan: emociones, miedos y verdad

Maternidad real que no te cuentan: emociones, miedos y verdad

Cuando soñaba con ser madre, me imaginaba una maternidad preciosa, llena de momentos dulces, de conexión mágica, y con esa intuición que —según me decían— aparece de forma natural en cuanto nace tu bebé.

Pero la realidad fue otra.
Y con el tiempo entendí que eso también está bien.

🌀 El postparto: cuando las hormonas te juegan malas pasadas

Los primeros días fueron una locura. Físicamente me sentía agotada, emocionalmente sobrepasada, y mentalmente… confundida.

Una de las cosas que más me marcó fue el tema del sueño del bebé.
Pasé varios días creyendo que yo era la única persona incapaz de dormir a mi propio hija. Veía cómo mi marido, mi cuñada, mi madre, mi suegra… todos parecían tener una especie de “poder mágico” para dormirla. Y yo no.
Y eso me rompía por dentro.

Lloraba en silencio. Me sentía inútil. Pensaba que si no era capaz ni de dormirle, ¿cómo iba a criarle?
Hoy sé que fue el efecto de las hormonas del postparto, del cansancio acumulado, del miedo a no estar haciéndolo bien.
Y de algo que no nos dicen lo suficiente: que no pasa nada por sentirse así.

😰 Miedos que no imaginé

También me pasó con la alimentación complementaria.
Quería hacer BLW, pero el miedo al atragantamiento me paralizaba. Cada vez que mi bebé hacía una arcada, se me aceleraba el corazón.

Tanto, que evitaba darle de comer sola.
Necesitaba que estuviera alguien más, alguien que me diera seguridad.

No me sentía valiente, pero seguía adelante. Porque, aunque tenía miedo, también tenía muchas ganas de hacerlo bien.

💭 Lo que me hubiese encantado saber

  • Que no tener el control no significa ser mala madre.

  • Que el instinto no siempre nace, a veces se aprende.

  • Que está bien no disfrutar de todo, todo el tiempo.

  • Que no eres débil por pedir ayuda, al contrario: eres sabia.

🌱 Hoy entiendo que…

Mi maternidad no fue como la imaginé.
Fue más dura, más emocional, más incierta… pero también fue real, transformadora, y me hizo crecer como nunca antes.

Ahora sé que todas las emociones son válidas. Que sentirse desbordada no significa que lo estés haciendo mal, sino que estás dando todo de ti.
Y que compartir estas historias nos une y nos sana como tribu.

🫶 Si estás viviendo una maternidad distinta a la que soñaste…

Déjame decirte algo importante:
No estás sola. No estás fallando. Estás aprendiendo. Y lo estás haciendo muy bien.

Gracias por estar aquí.
Si te sentiste identificada, te leo en comentarios. Abramos conversación, sin juicios y con mucha empatía.

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